También conocido como "apatía sexual", "falta de deseo sexual", o "falta de interés por el sexo". Aquellos que atraviesan por dicho cuadro, se caracterizan por presentar una disminución significativa en las fantasías sexuales y el deseo de la actividad sexual. Es decir, el deseo sexual es demasiado bajo o nulo, y no experimentan ningún interés por llevar a cabo conductas sexuales.
Así mismo, las personas que atraviesan por dicho cuadro, no presentan ningúna limitación en la capacidad para realizar el acto sexual. Sin embargo, el interés por el mismo es tan bajo que no buscan ninguna forma de gratificación sexual.
Davidson y Neale (1990) Mencionan que ésta es una de las categorías diagnósticas más problemáticas, debido a que no existen datos para establecer con que frecuencia debe experimentar deseo sexual una persona.
Los mismos, también refieren que cuando las personas que atraviesan por dicho cuadro llegan a consulta, lo hacen porque por lo general otra persona (su pareja sexual) no está satisfecha con su falta de interés por el sexo.
El DSI no solo hace referencia al bajo nivel de interés por el coito, sino a todo tipo de conductas sexuales; como la maturbación, la falta de pensamientos, ensoñaciones y fantasías sexuales, la falta de atención a material erótico, la no percepción del atractivo de las personas (en especial de aquello(as) que puedan ser compañeros(as) sexuales), y la falta de sensación de frustración si no puede dar rienda suelta a la sexualidad. Todos estos aspectos deben ser evaluados, y no únicamente el número de veces que la persona mantiene relaciones sexuales por semana.
Este cuandro suele ser mucho más frecuente en mujeres, que en hombres. Los hombres no suele buscar ayuda a través de una consulta por éste tipo de problema. Cuando lo hacen, muchas veces se debe a que la falta de interés, les lleva a presentar una disminución en la capacidad de respuesta fisiológica (al no presentar erecciones). Por otro lado, muchos hombres no buscan ayuda, por que han aprendido en su contexto sociocultural, que un hombre que no presenta ganas y deseos de tener relaciones en cualquier momento "no tiene un alto grado de virilidad". Lo que muchos pueden encontrar bastante doloroso y humillante.
Por otra parte, deberá hacerse algunas diferenciaciones:
I.- Diferenciar el "deseo sexual inhibido general", del deseo "sexual inhibido selectivo".
En el caso de éste último, la falta de deseo sexual está dirigido hacía una(s) persona(s), pero no a otra(s). o un tipo de actividad sexual (por ejemplo coito), pero no otro (por ejemplo masturbación).
II.- Diferenciar entre "deseo sexual inhibido primario", del "deseo sexual inhibido secundario".
En el caso del primario, la falta de deseo sexual ha estado siempre presente en la vida de la persona. En el caso del secundario, se da cuando ésta falta de interés se ha desarrollado en alguna etapa de la vida, quedando claro que la persona en el pasado si ha conocido y experimentado deseo sexual.
Los casos de DSI primario son raros. Lo más frecuente es que el DSI se haya desarrollado a partir de ciertas experiencias (impotencia, anorgasmia, etc).
Continuaré brindado más informacíón acerca de éste cuadro en la segunda parte de éste artículo. Ya saben que ante cualquier consulta pueden escribirme a: m.garcia.almeyda@hotmail.com y yo responderé gustosamente sus consultas.
Fuente:
- "Manual de Psicopatoligía" Belloch (1995)
- DSM - IV R
No hay comentarios:
Publicar un comentario